Las mil y una noches
Los niños de la calle se recogen en cajas de cartón y se cobijan
con diarios que los dejan insomnes frente al cielo
Tienen pesadillas cuando cierran los ojos
Sueñan que un monstruo los mata mientras sueñan
Se duermen con la noche encendida o se mantienen despiertos
recorriendo la niebla como una bandada de rapaces
Toda la ciudad es un castillo de humo cuando aspiran en la bruma
y se elevan con el genio que sube de un tarro de pegamento
Vuelan como príncipes los mendigos en una alfombra de asfalto
Son los pequeños aladinos de la madrugada
sobreviviendo las mil y una noches hasta el próximo cuento.
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